El pastel de calabaza con relleno de miel es una receta que fusiona lo mejor de los sabores otoñales: la calabaza suave y ligeramente especiada, acompañada de un dulce y suave relleno de miel que hace de este pastel una verdadera delicia. Es el postre perfecto para el otoño, ideal para celebrar reuniones familiares o para disfrutar en una tarde fresca con una taza de té o café.
La calabaza, con su sabor ligeramente dulce y su textura cremosa, es la base ideal para este pastel. El relleno de miel aporta una capa extra de dulzura natural, mientras que su toque suave y pegajoso se convierte en el contraste perfecto con la esponjosidad del pastel. Además, el aroma que se desprende mientras se hornea este pastel es absolutamente irresistible.
Si aún no tienes la calabaza cocida, comienza por pelarla y cortarla en trozos pequeños. Cocina los trozos de calabaza al vapor o hiérvelos hasta que estén completamente blandos, lo que debería tomar alrededor de 15-20 minutos. Luego, tritura la calabaza con un tenedor o un procesador de alimentos hasta obtener un puré suave y homogéneo.
En un bol grande, bate los huevos con el azúcar hasta que la mezcla esté suave y cremosa. Añade la calabaza triturada, la mantequilla derretida y la leche. Mezcla bien hasta que todos los ingredientes estén completamente integrados.
En otro bol, tamiza la harina, el polvo de hornear, la canela, el jengibre, la nuez moscada y la sal. Agrega poco a poco los ingredientes secos a la mezcla húmeda, batiendo suavemente para evitar la formación de grumos. La masa debe quedar espesa pero suave.
Precalienta el horno a 180°C (350°F) y engrasa un molde para pastel de aproximadamente 20 cm de diámetro. Vierte la masa en el molde y extiende uniformemente con una espátula. Hornea el pastel durante unos 40-50 minutos o hasta que un palillo insertado en el centro salga limpio. Si el pastel comienza a dorarse demasiado rápido, puedes cubrirlo con papel de aluminio para evitar que se queme.
Una vez horneado, retira el pastel del horno y deja enfriar en el molde durante unos 10 minutos antes de desmoldarlo. Luego, déjalo enfriar completamente en una rejilla.
Mientras se hornea el pastel, puedes preparar el relleno de miel. En una cacerola, calienta la miel, la crema de leche y la mantequilla a fuego medio, removiendo constantemente hasta que la mezcla esté suave y completamente integrada. Una vez que la mezcla haya alcanzado una textura cremosa, agrega el extracto de vainilla y remueve bien.
Deja enfriar el relleno durante unos minutos. Este relleno se puede verter sobre el pastel después de que haya enfriado, lo que proporcionará una capa extra de sabor y dulzura.
Una vez que el pastel esté completamente enfriado, realiza un pequeño corte en el centro con un cuchillo para formar una "cavidad" donde verter el relleno de miel. Vierte el relleno con cuidado para que se distribuya uniformemente.
Decora el pastel con algunas nueces picadas o semillas de granada para darle un toque crujiente y colorido, si lo deseas. Sirve el pastel de calabaza con miel a temperatura ambiente o ligeramente tibio para disfrutar de su textura suave y su sabor irresistible.
Si te gustan los sabores especiados, puedes experimentar con otras especias como clavo molido o cardamomo. Estas especias complementan perfectamente el sabor de la calabaza y aportan una calidez adicional al pastel.
Si prefieres no usar miel, puedes sustituirla por jarabe de arce o un almíbar de azúcar moreno. Estos ingredientes también proporcionarán un sabor dulce y complejo al relleno.
Para una versión vegana, puedes sustituir los huevos por un sustituto de huevo como el puré de manzana o el yogur de soja. La crema de leche también puede ser reemplazada por crema de coco o una alternativa no láctea.
Si te gustan los frutos secos, puedes agregar nueces, almendras o pistachos al pastel, ya sea incorporándolos en la masa o espolvoreándolos por encima del pastel antes de hornear.
Si deseas un toque más dulce, puedes hacer un glaseado de queso crema y vainilla para verter sobre el pastel después de agregar el relleno de miel. Este glaseado aportará una textura cremosa y un sabor aún más delicioso.
La calabaza es una excelente fuente de vitamina A y antioxidantes, que son esenciales para la salud ocular y la piel. También contiene fibra, lo que ayuda a mejorar la digestión y controlar el colesterol.
La miel es un edulcorante natural que proporciona energía rápida y tiene propiedades antibacterianas y antiinflamatorias. También es rica en antioxidantes, que ayudan a proteger el cuerpo contra los daños causados por los radicales libres.
El pastel de calabaza con relleno de miel es una opción perfecta para disfrutar de un postre reconfortante y lleno de sabor. Su textura suave y húmeda, combinada con el dulzor natural de la miel, lo convierte en una opción irresistible para cualquier ocasión. Ya sea que lo sirvas en una comida familiar o como un delicioso capricho en la tarde, este pastel seguramente será un éxito. ¡No dudes en probar esta receta y disfrutar de los sabores del otoño en cada bocado!
Subscribe to our updates and receive the most recent and interesting articles directly in your inbox.